Huelguistas del SME en el Zócalo capitalino Foto Yazmín Ortega Cortés
Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
Sábado 29 de mayo de 2010, p. 13
Dirigentes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) señalaron que si bien los integrantes de esa organización mantienen presencia afuera de cerca de 80 instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LFC), no impiden la operación de éstas.
Nosotros no hemos tomado nada. Los campamentos están al lado de las puertas o en las aceras de enfrente. Nuestro movimiento es civil y pacífico. Lo que ocurrió en Morelos es una intención deliberada del gobierno federal para retirarnos con lujo de violencia, manifestó Eduardo Bobadilla, secretario del trabajo del SME.
El jueves pasado se suscitaron enfrentamientos en instalaciones de LFC en Morelos. Este diario solicitó a la Secretaría de Gobernación su postura acerca de los hechos, pero no obtuvo respuesta en ese sentido.
De acuerdo con información periodística, la Policía Federal encabezó de manera intempestiva los operativos para desalojar a los electricistas, opositores al decreto de extinción del organismo, quienes mantenían campamentos en Cuernavaca, Teopanzolco y Ocotepec.
Bobadilla explicó que el saldo fue de siete electricistas muy golpeados; uno de ellos continúa en una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social. Rechazó que sus compañeros estuvieran obstaculizando la operación de las instalaciones.
Pese al desalojo violento por la Policía Federal, dijo, la indicación para los integrantes del SME que siguen en las inmediaciones de unas 80 estaciones continúa en el mismo tenor de hace siete meses: no retirarse, pero tampoco caer en provocaciones.
Lo que busca el gobierno desde el 11 de octubre, día en que se decretó la extinción de LFC, agregó el dirigente, es que reaccionemos de manera violenta.
Aseveró que en los sucesos en Morelos, la Policía Federal llegó de manera a retirar a los manifestantes con lujo de violencia, por lo cual los compañeros tuvieron que reaccionar a la defensiva, porque de lo contrario la golpiza hubiera sido peor.
Mientras se mantiene el campamento en el Zócalo capitalino, con decenas de electricistas en huelga de hambre, en otras instalaciones siguen pequeñas carpas y mantas, como parte del movimiento de resistencia del SME.
Tenemos lo que llamamos departamentos foráneos, en Líneas Aéreas y en algunos otros. Calculo que tenemos unos 80 campamentos en las divisiones Necaxa, Cuernavaca, Pachuca, San Ildefonso y Distrito Federal, precisó.
Como ocurría en Cuernavaca, dijo Bobadilla, “estamos a un lado de la puerta.
No estamos obstruyendo absolutamente nada. Así se puede constatar, por mencionar un lugar, en Líneas Aéreas, ubicado en Camarones (Azcapozalco), pero estos tipos (de la Policía Federal) ya llevan orden de golpear, aseguró.
“Si estuviéramos obstruyendo –agregó–, existe una figura legal que impide interrumpir el servicio. Si estuviéramos en esa actitud, dalo por seguro que ya nos hubieran llevado presos.”
En el caso de Necaxa, donde en algún momento los trabajadores aseguraron que no permitirían el ingreso de los enviados de la Comisión Federal de Electricidad, sí existe un grupo, integrado por unos 15 empleados de confianza de la paraestatal, que entra y sale para activar las compuertas de la presa y evitar así una inundación.
La dirigencia del SME, encabezada por Martín Esparza, y el grupo de abogados que asesora a este gremio, se reunieron ayer para evaluar la situación del conflicto, definir la estrategia para los próximos días y atender las consecuencias del operativo de la Policía Federal.
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