Por María Julia Mayoral
México, 23 may (PL) Decenas de electricistas mexicanos, de la extinta paraestatal Luz y Fuerza del Centro (LyFC), cumplen hoy casi un mes de huelga, en reclamo por lo que consideran despido injustificado de más de 40 mil trabajadores.
El Zócalo, en el centro histórico de esta capital, y la ciudad de Toluca, en el vecino Estado de México, son los escenarios de la protesta organizada por el Sindicato México de Electricistas (SME), que también prosigue la demanda por el camino judicial.
Está pendiente el pronunciamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre el amparo interpuesto por el SME contra el decreto presidencial que aprobó el pasado 11 de octubre el cierre de LyFC, la cual proporcionaba servicios eléctricos en la zona central del país.
Según informó en su momento la Presidencia de la República, la extinción de la compañía se sustentó en las elevadas pérdidas económicas de la entidad, cobros dolosos e ineficiencia operacional.
El SME espera que la justicia falle a su favor, por considerar que la medida del Ejecutivo es anticonstitucional y violatoria de los derechos de más de 40 mil trabajadores, quienes quedaron sin empleo por la desaparición de LyFC.
El líder del SME, Martín Esparza, declaró a la prensa que este caso no sólo afecta a los electricistas; sienta un precedente contrario a otros organismos descentralizados, con alto valor público y social, los cuales quedarían a expensas de las decisiones del Ejecutivo.
Integrantes de asociaciones civiles, académicas y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se han interesado por el conflicto y la huelga de hambre que mantienen decenas de afiliados al SME, aunque la mayoría de los grandes medios de comunicación continúa sin prestar atención al diferendo.
Según reportes de la prensa local, Esparza se reunió en la sede del sindicato con el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Alberto Brunori.
También la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Rosario Ibarra, estuvo en el Zócalo para apreciar la situación de los incorporados al ayuno y dejó escrita sus impresiones en un libro de registro abierto allí por los electricistas.
"Compañeros huelguistas, recuerden siempre que las fábricas pueden funcionar sin los patrones, pero nunca se moverán sin los obreros", expresó la legisladora, con un vasto historial de lucha contra la represión y las desapariciones forzadas en el país.
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