Martes, 08 de Junio de 2010 00:00
Nuestra solidaridad y reconocimiento al compañero Cuauhtémoc Serratos por los 34 días que permaneció en huelga de hambre junto a los demás compañeros y compañeras del SME. Sabemos que significa compromiso de clase con la lucha de uno de los sindicatos históricos y más combativos de nuestro país. Hoy se requiere fortalecer la lucha del SME, acompañando el campamento instalado en las instalaciones sindicales en la colonia Amatitlán, en Cuernavaca.
¡Adelante Cuauhtémoc! ¡La lucha continua! ¡Viva el SME! ¡Son ellos o somos nosotros!
Conocemos la lucha del SME desde hace muchos años. Tenemos familiares que han trabajado durante toda su vida en la introducción de las líneas de energía. No somos neutrales en esta lucha por la defensa de los derechos. Nos ponemos sin duda alguna del lado de la clase trabajadora.
El gobierno ilegítimo de Felipe Calderón, desde su fraudulenta llegada a la presidencia, ha implantado una política que refleja y representa los intereses del gran capital. Así, para preservar el negocio del triple play, desaparece a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, llevando a cabo una brutal agresión contra el SME, de esta manera pretende eliminar a una organización que ha estado en la primera línea de combate frente a la política privatizadora de este gobierno usurpador.
Frente a esta acción anticonstitucional y al margen de toda legalidad, la solidaridad con el SME se desarrolló, pasando por la constitución de la Asamblea Nacional de la Resistencia Popular. La resistencia crece, extendiéndose más allá de la zona de trabajo del SME. Sin embargo, gobierno no retrocede en esta agresión, por el contrario se ha ensañado con el uso de la fuerza policíaca.
Hoy el gobierno se prepara para dar un paso más en su camino con la reforma laboral panista. Como el golpe al SME, se trata de una agresión al conjunto del movimiento obrero. Esta iniciativa pretende impedir derechos como la contratación colectiva, la titularidad contractual, la libre sindicalización, la defensa legal de la clase trabajadora, entorpece nuevos registros sindicales, impulsa el trabajo precario y la terciarización laboral u outsourcing, es decir la contratación de trabajadores en una empresa para emplearlos en otra; medida con la que se ha buscado evitar la existencia de una relación laboral entre patrones y trabajadores, así como impedir el acceso a derechos laborales básicos como la seguridad social.
Esta situación se combina con la incapacidad del gobierno para garantizar la seguridad de las y los ciudadanos, cuya política, con el uso creciente del Ejército, lejos de resolverse, se incrementa la inseguridad, el número de muertos se eleva a niveles de escándalo y todo por una operación para legitimar su gobierno.
Esta política está llevando a una criminalización de la lucha social, un incremento de la violación de los derechos humanos y generando un clima que lleva a una restricción de las libertades democráticas.
La necesidad de impulsar la solidaridad con la lucha del SME; que desde el 25 de abril inició con 80 hombres y 13 mujeres sindicalistas una huelga de hambre en el zócalo de la ciudad de México, misma que si bien se ha venido reduciendo en su número por la salida de quienes han sido llevados al hospital luego de más de 40 días de no ingerir alimentos, expresa la urgente necesidad de extender la política del Frente Único más allá de la Asamblea Nacional de la Resistencia Popular, para hacer frente a la escalada que se expresa en la iniciativa de imponer la reforma laboral panista que afecta al movimiento sindical y al conjunto de la clase trabajadora, la dimensión de la ofensiva, la gravedad de la situación, la necesidad de la unidad, del combate y de discutir y analizar la mejor forma de expresar la solidaridad de clase.
En Morelos llevamos años trabajando en la coordinación de las luchas obreras y sindicales con otros movimientos sociales, desde una perspectiva de izquierda socialista y revolucionaria, internacionalista, feminista, para desarrollar una política de igualdad, fraternidad y solidaridad, con conciencia de clase.
Hay quienes pretenden imponernos su visión supuestamente apolítica en la lucha por los derechos humanos y nos critican nuestra falta de imparcialidad, como si la forma de resolver las violaciones a los derechos humanos fuera a través de mediar entre torturados y torturadores, entre golpeados y golpeadores. Nosotros decimos que no.
Que para defender los derechos laborales hay que estar claramente del lado de las y los trabajadores. O son ellos, o somos nosotros, como dicen los trabajadores del SME. Desde que fundamos el Frente Pro Derechos Humanos en 1977, hemos tratado de mantener esta perspectiva de lucha unitaria.
Hoy somos impulsores de esta coordinación a través del Pacto por la Soberanía, como lo hicimos al impulsar la Convergencia Sindical y Social durante años.
Hoy que se recrudece la ofensiva represiva contra el SME no hay que bajar la guardia, por el contrario, se requiere fortalecer la lucha en defensa de los derechos humanos de todas y todos los trabajadores de nuestro país, tanto sindicalizados como informales, ya que a los únicos que beneficia la división de la clase trabajadora es a los dueños del capital para seguir manteniendo su poder.
* Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos, CIDHM.
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